No se conoce con precisión qué provoca los sofocos, pero parecen estar relacionados con las bruscas variaciones hormonales típicas de la menopausia. Se sabe que los sofocos aparecen por un proceso que se origina en el sistema vasomotor del cerebro. Este proceso se activa cuando existe un descenso en el nivel de estrógenos en el organismo femenino, como ocurre durante la menopausia, y provoca los molestos sofocos.
Recientes investigaciones científicas señalan que las células que en el cerebro funcionan como un reloj biológico que controla el sueño y la vigilia también podrían ser responsables del control de los cambios en la temperatura corporal, que hacen que por la noche baje para poder dormir y por el día suba para permanecer despiertos.