La menopausia, en realidad, no es un proceso, sino que es el nombre que en Medicina asignamos a la última menstruación de la vida. Esta “menopausia” divide toda la vida de la mujer en postmenopausia (toda la etapa no reproductiva que le resta a la mujer después de esa última regla) y premenopausia (todo el periodo vital anterior), de forma que llamamos perimenopausia a la época de los trastornos menstruales que preceden entre 2 y 8 años a la menopausia y que se extiende hasta un año después de esa última regla, porque ese periodo de 12 meses es el que establecemos para poder diagnosticar que ya ha ocurrido la menopausia.
En Medicina, sangrado uterino anormal (SUA) es el término general utilizado para describir cualquier desviación de la menstruación normal o de un patrón de ciclo menstrual normal. Las características clave son la regularidad, la frecuencia, la cantidad y duración del sangrado, pero cada uno de ellos puede presentar una variabilidad considerable. Estos sangrados son muy frecuentes en la perimenopausia y habitualmente, benignos, mientras que durante la postmenopausia cualquier sangrado procedente del útero se considera, en principio, anormal.
Causas del sangrado durante la menopausia
Existen muchas causas que pueden ocasionar un sangrado uterino anormal, y que son diferentes en función de que nos encontremos en peri o en postmenopausia.
⤷ Entre las causas perimenopáusicas, la más habitual son las alteraciones de la ovulación: dado que el funcionamiento del ovario ya no es el habitual de la vida fértil y el disbalance hormonal es la norma, encontramos sangrados que se desvían de la normalidad en duración menos de 2 o más de 7 días, en periodicidad (el intervalo intermenstrual tiene un rango de 25 a 35 días) o en cantidad (el volumen normal de pérdida sanguínea se encuentra entre los 40 a 80 ml, pero esto es mucho más complicado de determinar.
Además, existen otras alteraciones funcionales por trastornos en otros sistemas hormonales, como el tiroideo, pero incluso el estrés puede afectar al ciclo y ocasionar sangrados irregulares.
Con una frecuencia algo menor, podemos encontrar como causa de sangrado uterino anormal la patología estructural uterina (pólipos, fibromas, hiperplasia endometrial), algunos fármacos (uso de antiagregantes o anticoagulantes) y, en muchísima menor medida, lesiones precancerosas o cancerosas del aparato genital inferior (Excepcionalmente).
⤷ Entre las causas postmenopáusica de sangrado, sin embargo, la principal es la atrofia: las mucosas, al ser más finas y estar deshidratadas por la falta de hormonas, pueden ocasionar sangrados esporádicos.
Igualmente, ciertas medicaciones pueden ocasionar sangrados en la postmenopausia, incluyendo los antiagregantes o anticoagulantes o la propia terapia hormonal de la menopausia. Es relativamente que el sangrado obedezca a la presencia de pólipos benignos u otra patología estructural.
En un porcentaje bajo de casos, pero nada despreciable (< 10%) la causa que ocasiona el sangrado puede ser premaligna o maligna (cáncer de útero). Es por ello que TODO SANGRADO QUE SE PRODUCE EN LA POSTMENOPAUSIA DEBE SER CONSULTADO A UN PROFESIONAL SANITARIO Y EVALUADO.
Tipos de sangrado durante la menopausia y su diagnóstico
Como se ha comentado anteriormente, para diferenciar el sangrado hay que tener en cuenta si este se produce en la peri o en la postmenopausia, pero también:
- Si ocurre con las relaciones sexuales o no hay vinculación con ellas
- Si ocurre entre ciclos menstruales
- Si es un sangrado esporádico o continuo
- Si es escaso o abundante
- Valorar sus características: coloración, presenta pus, es como “agua de lavar carnes”
Debes aclarar todos estos aspectos a tu profesional sanitario para establecer la naturaleza del sangrado. También es relevante conocer los antecedentes familiares y personales y descartar la posibilidad de embarazo en mujeres en perimenopausia, especialmente si el sangrado se ha precedido de un tiempo sin menstruación y no hay síntomas propios del climaterio.
Será necesario realizar una exploración para descartar el sangrado provenga de lugares distintos al útero, como vagina, uretra, vejiga o recto y explorar el aparato genital en busca de la causa del sangrado.
Si las circunstancias lo requieren, se realizará una analítica para valorar el impacto del sangrado y la necesidad de tratamiento de anemia si se está produciendo (si el sangrado es muy abundante o crónico), así como realizar un estudio de coagulación si la historia personal o familiar sugieren una alteración de la coagulación. Puede requerirse una valoración hormonal (incluyendo función tiroidea) y un test de embarazo.
Si está disponible para su realización, la ecografía transvaginal se considera de primera línea en la investigación del sangrado uterino anómalo.
Con la realización de estas pruebas habitualmente se habrá realizado el diagnóstico. Excepcionalmente se puede requerir de una biopsia o la visualización del interior de la cavidad uterina mediante un sistema óptico (histeroscopia diagnóstica) para alcanzar el diagnóstico definitivo.
Soluciones para el sangrado en la menopausia
La solución para el sangrado vaginal en la menopausia va a depender de la causa de ese sangrado:
⤷ Algunas veces requerirá medicación para controlar el sangrado, sea esta no hormonal (Ácido mefenámico, Naproxeno, Ácido tranexámico) u hormonal (Anticonceptivos hormonales o gestágenos , DIU hormonal) y/o para reponer el hierro que se haya perdido
⤷ Otras veces, este sangrado será banal y el profesional sanitario sólo pautará “observación”, esperando a que el sangrado cese solo.
⤷ En algunos casos, puede ser necesario realizar incluso diferentes tipos de cirugías (histeroscopia quirúrgica, histerectomía, ablación endometrial).
Es por ello que es fundamental acudir al profesional sanitario y que este diagnostique un diagnóstico certero y lo más precoz posible.
¿Cuándo debo consultar con un especialista?
En resumen:
Muchas mujeres comienzan a notar cambios en sus períodos menstruales durante la transición menopáusica (perimenopausia). Estos cambios pueden incluir:
⤷ Tener períodos menstruales con más o menos frecuencia de lo habitual (por ejemplo, cada 5 o 6 semanas en vez de cada 4).
⤷ Tener una regla que dure menos días.
⤷ Falta de uno o más períodos menstruales.
⤷ Tener síntomas propios de la menopausia, como sofocos, insomnio, irritabilidad, etc.
Estos sangrados son, en principio normales, pero puede ser difícil distinguir si el sangrado vaginal es anormal si nos encontramos cerca de la menopausia. En general, se debe consultar si se tienen los siguientes síntomas:
⤷ Sangrado vaginal más a menudo que cada tres semanas.
⤷ Sangrado menstrual abundante, excesivo o diferente en características a los habituales.
⤷ Manchado entre reglas.
⤷ Cualquier sangrado vaginal un año después de la menopausia (incluso si es sólo una mancha de sangre).
Dado que el sangrado vaginal irregular puede ser una parte normal de la perimenopausia, o puede ser un signo de un problema que sería necesario diagnosticar y tratar cuanto antes.