Aunque lo habitual es que los miomas se produzcan durante la edad fértil (hacia los 30-35 años) ya que su crecimiento depende de las hormonas, estos pueden persistir hasta muchos años después de la menopausia. De hecho, aunque es poco frecuente, algunas veces los miomas aparecen en la perimenopausia…
¿Qué son los miomas uterinos?, ¿es normal el sangrado por mioma? ¿por qué pueden aparecer con la menopausia? ¿Desaparecen después? Todas estas preguntas las contestaremos a lo largo del contenido de este blog.
Qué es un mioma uterino
Los miomas, también denominados fibromas o leiomiomas, son nódulos (o tumores benignos) uterinos muy comunes en las mujeres. Son poco frecuentes en la infancia y su frecuencia se va incrementando durante la vida fértil, de forma que al menos una de cada 4 mujeres presentará un mioma a lo largo de su vida, pero algunas estadísticas indican que podrían ser hasta 3 de cada 4 las que desarrollen estos nódulos, si incluimos los de tamaños menores de un centímetro.
Se producen debido a que el músculo que forma la pared del útero (que es músculo liso, que no podemos contraer voluntariamente) crece en un área a modo de capas de cebolla, capas concéntricas, formando estos tumores benignos, que por ello son habitualmente redondeados en su forma.
Los síntomas que producen los miomas son variables, según su tamaño, su número y su localización (pueden crecer hacia la cavidad uterina, hacia la pelvis o quedarse dentro de la pared del propio útero). El síntoma más frecuente que producen es el sangrado abundante con la menstruación (menorragia), pero pueden ocasionar sangrados fuera del ciclo o, cuando los miomas son grandes, síntomas por comprimir las vísceras vecinas (la vejiga o el recto), dolor pélvico o durante las relaciones sexuales, o problemas relacionados con la gestación (abortos, partos prematuros, etc.). Sin embargo, la mayor parte de los miomas no producen síntoma alguno. De hecho, muchas mujeres desconocen que tienen esta condición y solo la detectan cuando consultan por otro motivo o para su revisión ginecológica periódica y se les realizan una exploración y una ecografía.
Síntomas de los miomas en la menopausia
Denominamos perimenopausia a la época de la vida reproductiva de a mujer donde los los periodos menstruales empiezan a ser irregulares y, luego, se detienen por completo, de forma que cuando la regla está ausente por más de 12 meses sabemos que una mujer ha entrado en menopausia. Esta es una etapa con muchos cambios a nivel físico y psicoemocional, muchos más de los que de inicio pudiéramos pensar y en las mujeres con miomas, algunos de los síntomas pueden ser especialmente frecuentes o intensos en este momento vital, dado que los miomas crecen bajo estímulo hormonal y en la perimenopausia existen oscilaciones dramáticas de los niveles hormonales, en algunos ciclos, al alza y en otros, a la baja.
⤷ Sangrado uterino irregular
El sangrado es el síntoma más frecuente tanto por parte de los miomas como en el proceso de la perimenopausia, por lo cual las mujeres que se encuentran en este periodo vital y son portadoras de miomas son especialmente vulnerables, con posibilidad de presentar sangrados abundantes.
⤷ Dolor en zona pélvica
Los miomas de gran tamaño o crecimiento rápido, los que comprimen órganos vecinos, como la vejiga y el recto y los que sufren procesos que denominamos «degeneración» (cambian las carácterísticas de los tejidos celulares que los componen) pueden causar molestias o dolor. Algunos miomas también pueden ocasionar dolor con la menstruación (dismenorrea). Un mioma conocido pero que comienza a doler siempre debe ser objeto de una nueva consulta.
⤷ Hinchazón
La sensación de distensión abdominal en la menopausia puede obedecer a muchos motivos, como alteraciones del tránsito intestinal, retención de líquidos o aumento de la grasa del abdomen, pero miomas que crezcan en la pelvis pueden generar también un aumento del perímetro a este nivel corporal.
⤷ Incontinencia o micción frecuente
La incontinencia de urgencia (se sienten ganas de orinar y hay una necesidad imperiosa de evacuar inmediatamente) o la micción frecuente son parte del denominado síndrome genitourinario de la menopausia que les puede ocurrir a muchas mujeres en este periodo, pero en las portadoras de miomas que se sitúen en la parte anterior del útero, si estos son de cierto tamaño, se puede ocasionar compresión de la vejiga y síntomas similares.
⤷ Dolor en las relaciones sexuales
El dolor con las relaciones sexuales durante la penetración vaginal, conocido como dispareunia, se puede ocasionar, como parte del síndrome genitourinario de la menopausia, dada la sequedad y disminución de la elasticidad vaginal que pueden producirse. En este caso, hablaremos fundamentalmente de una dispareunia superficial, es decir, en la entrada de la vagina (introito). Las mujeres que presenta miomas de cierto tamaño pueden padecer dispareunia, especialmente en determinadas posiciones, si bien se tratará más bien de una dispareunia profunda, en el fondo o laterales de la vagina, al verse golpeado el mioma.
¿Cuáles son los factores de riesgo de padecer miomas en la menopausia?
Si bien la causa final por la que se producen los miomas permanece parcialmente desconocida, sí que sabemos que existen determinados factores de riesgo que se asocian a su presencia y crecimiento, como pueden ser
- Obesidad: las mujeres con exceso de grasa a determinados niveles producen mayores cantidades de estrona, una hormona femenina, que podría estimular el tejido miomatoso.
- Menarquia (Primera regla) temprana: cuanto más pronto ocurre esta primera regla más ciclos y, por tanto, más tiempo de niveles hormonales elevados, presenta la mujer.
- Uso prolongado de terapias hormonales: la terapia hormonal de la menopausia podría estimular el crecimiento de los miomas al levar los niveles de hormonas femeninas disponibles en la sangre, pero el presentar miomas no es una contraindicación para emplear dichos tratamientos si son necesarios. Simplemente, se requiere una valoración periódica del tamaño y los síntomas que estos miomas ocasionan bajo el influjo del tratamiento hormonal.
- Nuliparidad (mujeres sin hijos): el mayor número de ciclos menstruales en estas mujeres ocasionaría una mayor probabilidad de estímulo hormonal sobre el útero para producir miomas, si bien también durante la gestación los miomas preexistentes pueden incrementar su tamaño.
- También se correlacionan con la aparición de miomas:
– Antecedentes familiares de miomas uterinos.
– Etnia negra - Condiciones médicas como la Hipertensión y la Diabetes.
¿Disminuyen o desaparecen los miomas con la menopausia?¿ qué hacer con los miomas cuando la menopausia se aproxima?
Aunque se ignora la causa última por la que se producen los miomas sí se sabe que las hormonas femeninas influyen en su formación, es por ello que su desarrollo es más frecuente en los años reproductivos de la mujer y que suelen crecer durante la gestación, cuando la actividad hormonal está en su punto más alto.
De la misma manera, tras el parto y la menopausia los descensos de los niveles hormonales determinan que los miomas disminuyan de tamaño y lleguen incluso a desaparecer, pero no en todos los casos.
Es por ello que, al llegar la menopausia, el tratamiento de los miomas sea preferentemente conservador, es decir, en mujeres con síntomas próximas a la menopausia elegiremos realizar observación clínica con controles médicos periódicos en la mayor parte de los casos, dada la tendencia a disminuir de tamaño que van a presentar los miomas y, con ella, la reducción o desaparición de los síntomas. La decisión final sobre qué hacer con los miomas al aproximarse la menopausia va a depender del número de miomas, su tamaño, la ubicación dentro de la pared uterina, el ritmo de crecimiento, la edad y estatus hormonal de la mujer y los síntomas que está experimentando, además de, por supuesto, las preferencias de la paciente.
En todo caso, se estima conveniente establecer controles periódicos para valorar la evolución de los miomas.
¿Pueden aparecer miomas después de la menopausia?
Dado que el estímulo hormonal es determinante en la producción de los miomas, es sumamente infrecuente que estos aparezcan después de la menopausia, pero excepcionalmente pueden hacerlo. Suele tratarse más bien de miomas no diagnosticados previamente o que crecen porque la paciente está recibiendo tratamiento hormonal para sus síntomas propios del climaterio. Un mioma que aparece en la postmenopausia siempre requiere de seguimiento médico adicional, para verificar que realmente se trata de un mioma.